lo abandoné...sorry
igual voy a tratar de irle metiendo cosas..
22 de abril de 2009
12 de octubre de 2008
Italia
Ciao!Acá les dejo algunas de las miles de fotos que saqué en el viaje que hice a Italia (Venecia, Milán, Verona, y pueblitos..) Una experiencia única, increible, inolvidable...
Violencia
CASO BALLENAS CALDERÓN – ISLAS FEROE: DINAMARCA
Toda forma de violencia es repugnante, pero considero que la violencia animal es una de las peores.
El caso que aquí presento ocurre en las Islas Feroe (Dinamarca), donde todos los años acostumbran a realizar este acto de violencia inconcebible. De ninguna forma se justifica la crueldad y la barbarie que cometen estas personas al matar a estos animales.
El injustificable acto responde a una de las tradiciones más importantes de las Islas Feroe: la sangrienta matanza de las ballenas calderón (pertenecientes a la familia de los delfines). En determinada época del año estas ballenas se acercan a las costas de la isla y el pueblo se prepara para la “gran fiesta”, totalmente inhumana. El mar se tiñe de rojo con la sangre de estos mamíferos.
El psicólogo Richard D. Ryder (1970), utilizó el término “especismo”[1], refiriéndose a la discriminación basada en la diferencia de especie animal. Esto es una enfermedad que nos hace creer que toda especie diferente a la nuestra es de nuestra propiedad, y por ello tenemos el derecho de hacer con ellas lo que queramos. El especismo tiene que ver con la creencia de superioridad de una especie sobre las otras.
Existen innumerables casos de violencia animal, desde la violencia doméstica -aquella que se presenta en cada uno de los hogares- hasta las que son públicas -como las corridas de toros, fiestas populares donde el objetivo es maltratar animales, la caza indiscriminada, etc.-
Volviendo al caso de Dinamarca, es poco creíble, que siendo un país desarrollado existan este tipo de cosas. Basta solamente observar las imágenes para darse cuenta del salvajismo que cometen estas personas. Sinceramente me produce indignación e impotencia.
Las imágenes son realmente impactantes, lo dicen todo. Es increíble que nadie haga nada para evitarlo.
20 de agosto de 2008
le futurisme
Este movimiento, llamado así por su intención de romper con el arte del pasado, surge con la idea de crear en Italia (y más tarde en todo el mundo) un arte nuevo, acorde con la mentalidad moderna.
Los seguidores de Marinetti eran jóvenes inconformistas fascinados por el divisionismo que fue la forma adoptada por el neoimpresionismo de Seurat. La “división del tono” o divisionismo se basaba en los reflejos, mezclados mediante toques de color fragmentados; se tendía a alargar la pincelada en vez de hacer puntos cortos.
Los futuristas anhelaban liberar a Italia de su pasado artístico; tenían adoración por las máquinas, querían exaltar lo sensual, la juventud, interpretar o representar la velocidad y el movimiento, conseguir la belleza a través de la agresividad y violencia en sus obras de arte.
En su primer manifiesto declaraban su deseo de destruir los museos, bibliotecas, para combatir el academicismo, el moralismo. Los muesos eran considerados por los futuristas como “cementerios, mataderos de pintores y escultores”.
Se puede decir que el movimiento difunde ideas machistas y provocadoras, destacan el gusto por la guerra, la violencia y el peligro. A propósito de esto, hay un punto del manifiesto que dice: “Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo-, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las hermosas ideas por las que se muere y el desprecio por la mujer”.
La obsesión por el dinamismo y el movimiento es una de las características fundamentales del futurismo. Ellos intentaban captar la sensación de movimiento en sus obras, mediante la repetición sobre el mismo plano de una figura que se desplaza. Los futuristas se fascinaron con este recurso que procede del científico francés Étienne-Jules Marey; quien inventó un “fusil fotográfico” que permitía fijar sobre una misma placa fotográfica distintas fases del movimiento de una acción. En sus últimas obras se dedicó a la observación y la fotografía instantánea de corrientes de humo producidas por su máquina de humo. En ella se puede apreciar las diversas formas adoptadas por los hilos de humo según un obstáculo ubicado en su camino .
Una de las mayores críticas al futurismo, provenientes de los defensores del cubismo, los acusaban de ser fotográficos por la aproximación a las obras de Marey. Los futuristas si bien conocían las obras de Marey, negaban su influencia.
Los futuristas no se circunscribieron en un solo dominio del arte, sino que recurrieron a cualquier medio expresivo, como el arte plástico, la arquitectura, la música, la poesía, el cine, etc. Es así que luego de publicado el primer manifiesto, algunos artistas italianos como Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrá, Luigi Russolo, Antonio Sant´Elia y Gino Severini se integraron a esta corriente.
Futurismo y Pintura
Tras un encuentro entre Marinetti, Boccioni, Russolo y Carrá queda redactado el Manifiesto de los pintores futuristas. Más tarde, lo firmarían Bonzagni, Romani, Severino desde París y Balla desde Roma.
Luego de varias exposiciones en varios países de Europa, los futuristas se esfuerzan por definir sus propias obras en forma independiente.
Boccioni opta por una pintura más analítica y próxima al cubismo, dedicándose luego a la escultura y pinturas muy cercanas a la abstracción.
Por su parte, Carrá consigue reflejar en sus obras una síntesis del cubismo y el futurismo como en su obra Mujer en el Balcón. Más tarde, a partir de 1915, se cansa de la insatisfactoria pintura del movimiento y se concentra en formas concretas (personajes, botellas) fijas en el espacio.
Russolo continúa su búsqueda de sensaciones dinámicas, hasta que abandona la pintura para dedicarse a la música.
De Severini puede decirse que fue un excelente intermediario cultural entre la vanguardia internacional y el futurismo italiano, ya que conocía claramente lo que hacían Picasso y Braque y por otro lado pertenecía al movimiento futurista. Esto lo podemos observar en su obra Bailarina azul.
Giacomo Balla, fue quizás el pintor que más aportó a la experimentación futurista. En su obra Niña corriendo en el balcón se puede apreciar como a través de manchas discontinuas de color se representa el movimiento. Luego de la dispersión de los miembros del futurismo, Balla es quien de alguna forma prolonga la vida del movimiento.
Futurismo y Escultura
Se puede decir que los seguidores en el campo de la escultura fueron muy pocos, tanto es así que muchos críticos coinciden en afirmar que el único artista que merece ser destacado en esta categoría es Umberto Boccioni. Pintor y dibujante, fue uno de los firmantes del Manifiesto futurista y autor del Manifiesto de la escultura futurista en 1912.
Las obras más importantes de Boccioni fueron: Formas de continuidad en el espacio Desarrollo de una botella en el espacio.
Como futurista que busca el movimiento, Boccioni observó en el cubismo una oportunidad para representar visualmente las ondas sonoras y otras sensaciones sinestésicas. En estas esculturas, se genera un intercambio en los espacios respectivos entre el aire envolvente y el volumen, favoreciendo así su integración dinámica.
Debido a
Futurismo y Arquitectura
En julio de 1914, Antonio Sant´Elia publica su manifiesto
Según Sant´Elia la arquitectura era “un revoltijo desordenado de fórmulas destinado a camuflar de edificio moderno el habitual cubículo reaccionario de ladrillo y piedra".
Así es, que la arquitectura futurista no podía estar sujeta a la continuidad histórica sino que debía ser nueva. Ejemplo de esto, es lo que plantea el mismo Sant´Elia cuando se refiere a que la casa futurista debería ser una máquina, donde los ascensores deben trepar por las fachadas y no permanecer arrinconados en los huecos de las escaleras.
Entre los postulados de su manifiesto se destacan: el desprecio por toda arquitectura de vanguardia, clásica, decorativa; la reproducción de monumentos del pasado; el uso de ciertos materiales.
Busca el dinamismo a través de líneas oblicuas, y la edificación sin criterios preestablecidos.
Marinetti, poeta e impulsor del movimiento futurista, años antes de publicar su manifiesto escribe sus primeros versos Los viejos marinos (1898) por el cual es premiado en París. Es allí cuando comienza una gira de recitales poéticos por toda Francia; se convierte en secretario de redacción de la revista La plume, además de ser colaborador de grupos como Los Nabis,
Publica sus primeros libros en 1902, La conquista de las estrellas y mas tarde Destrucción. En 1905 funda su propia revista Poesía, comenzando a incluir en sus obras versos simbolistas.
En 1908, se publica en dicha revista Las ranas azules turquí, incluyendo en su prologo, por primera vez, el manifiesto futurista, el cual fuera publicado más tarde en Le Figaro.
Fueron elementos fundamentales de la literatura futurista la revolución y la audacia. El futurismo literario incita a no respetar la métrica, denigrando completamente el pasado. Buscan un léxico hecho de tecnicismos, con muchos infinitivos, exclamaciones e interjecciones que manifiestan libertad y energía.
Sustituyen la puntuación por signos musicales y matemáticos, con la intención de acentuar los movimientos. Consideraban que el uso de verbos en infinitivo proporcionaba el “sentido de continuidad de la vida”
Esta literatura incluye muchas imágenes desordenadas por ser consideradas como parte fundamental de la poesía. Existen tres elementos que Marinetti intenta introducir en la literatura: el ruido (como manifestación del dinamismo de los objetos); el peso (como la facultad de vuelo de los objetos).
En el campo de la música se destaca el protagonismo de Luigi Russolo, quien consideraba los ruidos como ingrediente fundamental en una creación musical.
Los primeros trabajos dentro de la música futurista pertenecen al compositor Pratella, quien firma en 1910 el Manifiesto de los músicos futuristas. Mas tarde, en 1912, Russolo escribe su propio manifiesto al que llamó LÁrte dei rumori (El arte de los ruidos). Russolo buscaba y defendía la combinación de los ruidos propios de la técnica y aquellos provenientes de la sociedad o la naturaleza como por ejemplo: ruidos de motores, explosiones, tranvías, trenes, palabras habladas, etc.
Para ello, era necesaria la construcción de una orquesta de ruidos, basada en instrumentos hechos con cajas, motores, embudos, etc.
Algunas de las críticas al futurismo provienen del llamado constructivismo ruso (Manifiesto del realismo, Gabo, 1920) que expresa que no es posible construir un sistema artístico solamente sobre la idea de la revolución en el arte y su crítica del pasado como la única forma de luchar contra el buen gusto. Criticaban también su intento por registrar el movimiento en el plano, argumentando que el “simple registro grafico de una secuencia de movimientos momentáneamente fijados no puede recrear el movimiento. Solo recuerda el latido de un cuerpo muerto”.
Por falta de manifiesto en algún otro ámbito, en 1909 Marinetti escribe el Manifiesto de la cocina futurista. Aunque siendo un nacionalista fanático, declaraba la guerra al alimento tradicional en Italia: la pasta.
Según su teoría, la pasta engorda y fomenta la lentitud de los italianos, imposibilitando en ellos la velocidad. Es así que intentó sustituir los spaghetti hechos con harina importada por comidas similares basadas en arroz.
Se puede decir que sus intentos no fueron exitosos, ya que la pasta ha sobrepasado las fronteras de Italia y es un alimento consumido en todo el mundo.
Futurismo en Uruguay
Si bien en nuestro país, no hubo grandes artistas futuristas, se puede decir que algunos se inclinaron hacia ese movimiento.
Otra caso es el del pintor Rafael Barradas, integrante del movimiento vibracionismo, denominado así como respuesta personal al futurismo. Barradas utilizó el color del orfismo, color que trasmite inestabilidad y consecuentemente la idea de movimiento.
En resumen, el futurismo significó un movimiento revolucionario en todo sentido. Considero que si bien era correcta la idea de darles paso a artistas jóvenes innovadores, no es posible olvidar la historia del arte, ni mucho menos desear la destrucción de los museos.
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